martes, 15 de febrero de 2011

Moncayo con viento Sur y cava.

Esta semana pasada viendo el espectacular fin de semana que venía empezé a hacer planes para ir a Piris.
Mi hermano me llama de que tiene ganas de estrenar las raquetas nuevas y por otro lado mis amigos JoseMari y Conchi me llaman para irnos a los Piris también.
Pienso que para andar con "novatos" (con cariño) con raquetas, lo mejor será irnos hacia Zuriza y allí ya veremos que subimos.
Se me mete el recuerdo de que El Moncayo lo tengo pendiente y por una vez más cambio los planes y decido irnos al Moncayo.
Veo el último repor de Aserp y me anima mucho más.
Y nada más que decir por ahora, ah sí, se me olvidaba comentaros que a bastante altura y cuando nos faltaba poco para la primera cima JoseMari tiene dos resbalones más una pequeña caída que le ve a mi hermano y le entra un nosequé que decide irse para abajo.
Intentamos convencerle de que no está tan mal y no hay manera de subirlo, intento llegar donde está para que siga mis pasos por una zona limpia y no hay tu tía, sigue más terco que una mula y cuando se pone así no hay manera.
Una verdadera pena pues la gente evitaba una zona sombría y atajabamos por encima de piedras que nos hacían de camino y el sábado habrá sido la única persona de las 200 (por poner una cifra) que no subió al Moncayo.
Ya le dije que este mismo año volveremos sin falta.
Cuando llegamos al parking vimos que había mucha menos nieve de la que necesitabamos para poder andar con raquetas.
Aparte que toda la nieve que pisamos estaba helada, cosa muy frecuente en el Moncayo.
Dejamos las raquetas en el coche y yo hasta los grampones, que visto lo visto todo dioxxxx andaba sin nada, bueno quizás dos o tres que vimos los llevaban.
Llegamos casi de noche después de una buena kilometrada de dos horas y media y vamos andando hasta el Santuario unos 500 metros desde el parking.
Tengo un track de los muchos que hay en internet, pero la verdad que con el tiempo que hacía y con lo trillado que está el camino era imposible perderse.
Primera foto con el amanecer recien levantado de la cama, se les ve contentos a los miembros de esta expedición (según JoseMari).

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