Sinceramente creo que no.
Aprovechando que estaba anunciado buen tiempo para este sábado, madrugué bastante y para las seis y media salía del parking de Arantzazu con dirección al cresterío de Aitzgorri.
La sensación de caminar de noche solo por el bosque, oyendo en un principio las pisadas encima de la nieve helada y después los pájaros cantando con el despertar del alba, es una cosa única, difícil de explicar, hay que vivirlo.
El objetivo era subir a la cima del Aitzgorri y hacer buenas fotos, el primero no se logró pues cuando me tocó abrir huella (después de la cuesta encima de las bordas de Arbelar) en el paquetón de nieve que había, me costo mucho el avanzar (había sitios que me hundía hasta las ingles) y cuando estaba a la altura del Aitzabal se me empezaron a cargar los cuadríceps de la pierna derecha y aunque seguí avanzando, no era lo mismo y decidí llegar hasta la cornisa que da hacia Zegama-Otzaurte. Allí realicé buenas fotos y me di media vuelta viendo como iba subiendo mucha gente por la huella que había estado haciendo.
Una pena……………………
Bueno estuve a gusto, como veréis realicé bonitas fotos, que al fin y al cabo es lo que iba persiguiendo.
Aupa Albonza.En primer lugar,enhorabuena por el blog,es magnífico.Ahora otra enhorabuena por la actividad,has sacado como siempre unas buenas fotos.Tendrás que contratar un serpa para que te habrá huella je je.Que sigas disfrutando.Nos vemos el Domingo.Un saludo.Agur.
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