Teníamos que madrugar y así lo hicimos, porque para ir hasta Valderejo y ver el amanecer hay que madrugar y mucho.
Son las siete y media cuando nos ponemos a andar en dirección al alto del Portillo de la Sierra en el camino que va al pueblo de Bóveda y la niebla como podéis observar en la primera foto es intensa.
Pero se vislumbra un día perfecto para andar, día que ya estaba anunciado que va a ser el último del otoño tan veraniego que hemos tenido.
La mañana es fresquita con seis grados y nos acaban de lanzar unos cuantos misiles una bandada de patos azulones que el amigo Beltri ni los ha olido, yo en cuanto he oído el ruido que hacen al volar los he identificado enseguida y al rato se oye un cárabo en la lejanía, le digo a Beltri si ha oído al cárabo y me contesta afirmativamente.
Yo por lo menos siempre empiezo este recorrido desde esta pequeña charca, al lado del cruzero.
Le comento a Beltri haber que le parece esto de la foto que acabo de hacer y me dice que es la niebla que nos rodea que al hacerla con flash sale así.
Os parecerá raro pero nunca me había pasado.
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